"Déjate llevar por Salamanca"
….su cultura, su gente, su naturaleza, sus pueblos, su gastronomía….
La ciudad que te hará sentir.
Shopping:
La artesanía en Salamanca cuenta con un gran abanico de materiales como la plata, son típicos los anillos, pendientes y portallaves con su emblema el botón charro, el cuero, famosas las botas de montar españolas, la madera y la cerámica. Para más información se puede visitar el Gremio de Artesanía en la Plaza de Sexmeros o el Centro de Cultura Tradicional en la Plaza de Colón.
Artesanía Julio García. Zapatos, botas camperas y de montar, hechos a mano y a medida. c/ San Pablo, 5-11, tel. 923 212 409.
La Jamonería de Carmen. De aquí se puede tomar jamón, chorizo, variedades de queso y otros embutidos ibéricos para la casa. c/ Cuesta del Carmen 24, tel. 923 600 897
Artesanía Duende. Creaciones de madera, miniaturas, souvenires, cajas de música y otros pequeños objetos de arte. c/ San Pablo 29-31, tel 923 213 622.
Conventο de las Dueñas. En el convento de Santa María de las monjas dueñas, puede alguien encontrar los mejores ejemplos de pastelería local, donde moros y judíos han dejado su impronta, como los amarguillos y los mazapanes. c/ Juan de la Fuente.
Renia Mitatou
La ciudad que te hará sentir.
Salamanca, capital de la provincia que lleva el mismo nombre, es una ciudad española situada en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, a orillas del río Tormes, y está a poco más de 200 km. al oeste de Madrid.
La llamada “Atenas española”, capital de la luz y la cultura de España hace ya 8 siglos, es probablemente más conocida que nada, por haber tenido la más antigua Universidad de España y una de las más antiguas de Europa. Y es esta tradición estudiantil la que aún le da un aire tan especial, con cientos de jóvenes que se aglomeran en sus antiguas calles y disfrutan como nadie, en sus numerosos y preciosos locales, hasta muy entrada la mañana. Quizás uno podría preguntarse cuándo es que tienen tiempo para estudiar, yo tampoco lo sé, pero lo hacen..... y es que no hay nada como ser estudiante en Salamanca.
Una ciudad emblemática en conjugar historia antigua, vida universitaria y hermosura. Pues, no te sorprende que haya sido declarada por la UNESCO Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Con un centro histórico donde se ha conservado intacta su pureza arquitectónica, sientes que respiras cultura. Tanta y tan densa monumentalidad en combinación con el reflejo dorado de su piedra, que lo cubre prácticamente todo (incluso los edificios que se han construido recientemente), producen una sensación única de encanto añejo.
En su centro se encuentra la monumental Plaza Mayor, diseñada por los grandes arquitectos Churriguera en estilo barroco. Alrededor de esta maravillosa plaza que es conocida como el living room de los salmantinos, gira, zumba y canta la vida. Y, van a seguir disfrutando aquí, junto con los fantasmas sagrados de los estudiantes ilustres (como Antonio de Nebrija y Juan del Encina, padres de la gramática y el teatro español respectivamente), célebres y anónimos, porque la plaza, que parece cuadrada aunque no lo es, desde el 1755 que han rematado sus 88 arcos, es refugio, amparo y escenario de esta ciudad.
Saliendo de la plaza, de la salida que conduce a la calle Rúa, te encuentras con la pequeña y bellísima plazuela del Corrillo. Pues, si no paras en alguno de los ajetreados locales de esta plazuela y sigues caminando por los callejones, te ves detenido en cada paso. Una reja forjada de hierro, un ramo de claveles esculpido en una puerta, un medallón adosado a una pared. Miles de detalles encantadores requieren tu atención, obras maestras de este minucioso y complejo arte que se llama plateresco.
El estilo plateresco no nació en Salamanca, pero sí es aquí en donde se consolida. ¿Y qué es el plateresco? Bueno, es un estilo renacentista muy particular de origen español que se radica absolutamente en España, y es influenciado por distintos elementos italianos y de otros países. Sus orígenes se encuentran en este sobrecargado y mestizo gótico que se desarrolló intensamente durante la época de los Reyes Católicos y que iba a impregnar los cánones del Renacimiento con formas medievales.
La característica que destaca más de este estilo es la exasperada y complicada decoración de las fachadas de los edificios que se conciben como escultura, cubiertas de motivos intensamente elaborados, en donde los artesanos daban rienda suelta a su imaginación. Aparece a finales del siglo XV y se consolida en la primera mitad del XVI. ¿En dónde se puede ver arte plateresco en Salamanca? En todo el casco antiguo, en innumerables fachadas de palacios de nobles, en los detalles ornamentales de algunas iglesias, pero los edificios más destacados son los siguientes:
La Casa de las Conchas, es el edificio que encarna mejor la fusión entre arte gótico y renacentista. Aquí se mezclan influencias góticoflamencas, moriscas, mudéjares e italianas.
La Universidad, en sus diferentes edificios puedes seguir la ruta y la evolución del mejor plateresco de Castilla y León. En las Escuelas Menores, es majestuosa la abundante decoración de la escalera y el patio interior con sus arcos multilineales. Además, es en la fachada legendaria de la universidad en donde tienes que esforzarte en hallar la rana. Según la leyenda el estudiante que no lograba hallarla no aprobaba el curso. Aunque, se dice también, que en sus orígenes simbolizaba la lujuria (en verdad no se trata de una rana sino de un sapo, símbolo del sexo femenino) que conduce a la muerte (la calavera encima de la cual se encuentra el batracio) y servía de aviso a los estudiantes (en esa época varones en su totalidad) que debían centrar sus esfuerzos en el estudio y no entregarse a la lujuria. Hoy en día, simboliza la suerte.
El convento de San Esteban. En el margen de una estructura puramente gótica, aparece esta fachada espectacular, y en alguno de sus lados alguien no debe perder un pórtico de puro estilo renacentista italiano.
La catedral nueva. Aquí se mezclan muchos estilos, es cierto que no falta la contribución del plateresco en la fachada. Te sorprendes descubriendo, entre los miles de sus diseños, un astronauta. Resultado de la renovación de la catedral por arquitectos contemporáneos.
El convento de las Dueñas. Con el magnífico patio interior, del cual te impresionan los capiteles con la rica ornamentación.
El palacio de Monterrey. Destaca la complicada decoración de su torre, que sirvió como modelo a muchos palacios de nobles en América Latina.
El Colegio Fonseca. Aquí se concentran los nombres más ilustres del plateresco que dejan su impronta en distintas partes del edificio.
Otro ingrediente, típico de esta ciudad, su tradición taurina. Salamanca no sería lo mismo sin los toros. En la Plaza Mayor, durante siglos se celebraban ceremonias de concesión de grados académicos a los universitarios o se conmemoraban las fiestas locales con festejos taurinos.
Además, Salamanca es la provincia española que más hectáreas dedica a la cría del toro de lidia. Entre las aguas mansas de Tormes con el puente romano, y las del Duero se encuentra la región más característica del campo salamantino, el campo charro. Una vasta extensión de prados con robles y encinas donde habita el toro bravo. Tal es así que un toro y una encina, sobre un puente, forman el símbolo heráldico de la ciudad castellana.
No cabe ninguna duda, que describir alguien los encantos de Salamanca resulta un poco difícil, ya que de su belleza y arte se han escrito muchos y grandes libros. Desde hace más de quinientos años la tierra salamantina da frutos literarios, ya sea de personajes ficticios que la recorren, ya sea de los creadores de las palabras que venían para estudiar. Primero, Salamanca se enorgullece de poseer, como jardín público, el huerto de Melibea, esa dama cuyo cortejo desencadenó la tragicomedia que Fernando de Rojas titulaba, en 1499, «La Celestina». Una pieza dialogada, precursora del realismo español. Liquidados ya los valores feudales, la moraleja de «La Celestina» apuntaba a la mezquindad del dinero, como árbitro de las nuevas relaciones humanas.
Y, al poco, en 1554, «Lázaro de Tormes» iniciaba la tradición picaresca. Lázaro era destinado a buscarse la vida golpe tras golpe, así que Salamanca aún conserva el berraco de piedra, donde el ciego al que comenzó sirviendo le golpeó la cabeza, cuando, a sugerencia suya, Lázaro se acercó a la escultura para escuchar no se sabe qué gran ruido. De este modo, su amo que le urgía espabilarle pronto le enseñó a no fiarse ni de su padre.
El panorama literario siguió floreciendo con la «Obra Poética de Fray Luis» de Fray Luis de León, las «Novelas ejemplares» de Miguel de Cervantes, el «El estudiante de Salamanca» de José de Espronceda. Otros autores del Siglo de Oro, como Mateo Alemán, Vicente Espinel, Góngora, Ruíz de Alarcón y el propio Calderón de la Barca pasarían también por las aulas de la universidad charra y los dramaturgos Tirso de Molina y Lope ambientarían algunas de sus obras por estas tierras. No obstante, hay que saber, que paralelamente con España, el Siglo de Oro es la gran época del esplendor de Salamanca.
Hablando de arte, una de las sorpresas bonitas, de la nueva esta vez Salamanca es el descubrimiento del mejor museo Art Nouveau y Art Decο de España. Está situado en la Casa Lis, un palacete modernista desde los principios del siglo XX. Probablemente el mejor ejemplo de Art Nouveau en la ciudad, con su excelente portón de hierro y sus maravillosas modernas vidrieras que dan al río y al cielo.
Un museo también muy interesante de la otra orilla de Tormes, para los aficionados de coches y no sólo, es el Museo de la Historia de la Automoción. Es un molino harinero renovado, parte del proyecto del desarrollo de este lado de la ciudad. Sus colecciones constan de más de cien coches desde el primer automóvil de vapor, una treintena de motocicletas y diversos objetos relacionados con la automoción desde sus orígenes hasta la actualidad. Y, otro molino abandonado de esta orilla, que ha vuelto a ponerse en marcha es ahora un flamante casino.
Ahora bien, Tormes, es otra parte primordial de la escena hechicera charra, aunque está prohibido bañarse en él sus orillas se han transformado en un agradable parque fluvial. Además, en el barco “Ciudad de Salamanca”, puedes comer pero también tomarte la última copa al amanecer durante los fines de semana, al haberse transformado en un popular «after hour».
Por lo demás, para cumplir con todo antes de irte, la relativa cercanía con las fronteras portuguesas y la belleza de los pueblos que están en camino de ésas, te inducen a tomar el volante y recorrer las carreteras del oeste de la provincia. La mezcla de culturas que vas encontrando es uno de los múltiples alicientes.
Al fin, la sensación que te deja esta pequeña ciudad museo es la de querer volver de nuevo. Te ha seducido, te has enamorado de ella y, ni siquiera, te has dado cuenta.
Dónde dormir:
Torre del clavero, desde 70 € + 7% IVA, en el casco antiguo, mantiene el tono acogedor que le da la piedra de Villamayor, con la madera y la funcionalidad de un espacio moderno y agradable. c/Consuelo, 21. Tel: 923 280 410, www.hoteltorredelclavero.com .
Microtel Placentinos, desde 53 € + 7% IVA, en el centro histórico, un concepto nuevo de hotel para gente muy especial. Con sólo 9 habitaciones, dedicado a la comodidad y el descanso del cuerpo. Todas las habitaciones están equipadas con la última tecnología, jacuzzi, ducha sauna-masaje, bañeras con hidromasaje, etc. c/Placentinos 9. Tel. 923 281 531, www.microtelplacentinos.com .
Hotel Palacio de Castellanos, desde 99 € + 7%, IVA en el corazón del centro, con todas las facilidades para que el visitante se sienta cómodo en un palacio del siglo XV. c/San Pablo, 58-64. Tel. 923 261 818, nhpalaciodecastellanos@nh-hotels.com .
Ηotel Puerta de la Catedral, desde 99 € + 7% IVA, un hotel moderno, ultra lujo privilegiadamente colocado al lado de las catedrales, en el corazón del centro monumental. Plaza de Juan XXIII, 5. Tel. 923 280 829, nhpuertadelacatedral@nh-hotels.com
Vida nocturna:
Barcelona cool, Sevilla neoflamenca, Bilbao radical, Valencia techno-pop, Ibiza con sus puntos chill out, Madrid etno-cruce de caminos... Pero es que, el bacalao de la marcha nocturna en la Península ya no se reparte sólo entre esas ciudades. Salamanca anda reivindicándose como el nuevo caldo de cultivo noctámbulo, hecho de chupiterías, clubs, y, sobre todo, disco-bares de diseño. Ahora más que nunca, famosos diseñadores españoles han irrumpido en su escena para ambientarla con gusto y personalidad. Y, para eso, tanto valieron las manos creativas, como la del barman anónimo que desempolvaba el desván de la abuela en su local. La voluntad de estilo se ha ido imponiendo aquí. Una voluntad ecléctica, acorde con los manuales último grito del diseño y a la vez capaz de mezclar y progresar. Además, aquí no hay bandas rivales, hablamos de una noche pacífica y una city proclive a mezcolanzas y amables convivencias.
Cum Laude, trata de acoger a la gente guapa de la ciudad, entre los pórticos de antiguo comercio, robustecidos con piedra de Villamayor. Recuerda a clásicos de la movida madrileña, con sus rincones VIP y su pista de baile central para los fines de semana. C/ Prior, 5-7.
Gran Café Moderno, con sus farolas y fachadas de comercio castizo, sus interiores reproducen el gusto de viejas calles modernistas. Una de las cátedras de diseño interior. Gran Vía, 65-67.
Camelot, situado en una antigua capilla conventual, desde hace 15 años, su explotación como bar de copas y música comercial aún levanta polémicas. Fue local pionero en su distrito, inspirado en las leyendas artúricas. Sigue allí clavada la Espada de Excalibur, entre otros pendones…Bordadores, 3.
Capitán Haddok , lo regenta Fabri, un ex tuno, hoy dedicado al acordeón en las jam session de su tranquila cava de piedra natural, antigua churrería. Suyas son las viejas cajas de galletas y Cola Cao que decoran los techos del local. Y, por supuesto, tampoco faltan en sus dominios recreaciones del personaje de Tintín que le da nombre. Concejo, 13-15.
El Puerto de Chus, aparte de los grupos programados en concierto por este club, posee su propio DJ residente, Francis, para más señas, amigo del hip hop y el techno. En cuanto a su decoración, hablamos de una espléndida labor de reciclaje, que da carácter al club más antiguo y renovado de Salamanca. Plaza de San Julián, 4.
Dónde comer:
Para todo gourmet que aprecie, comer en Salamanca supone un placer de obligado cumplimiento. Se puede decir, incluso, que es un pecado no hacerlo alguna vez en la vida. Salamanca es la meca de todo quisque con buen saque y paladar.
Restaurante Valencia, de familia y taurinos. No ha cambiado gran cosa el añejo aspecto del restaurante Valencia, desde que servía platos a Graham Greene, que lo acabó citando en la novela «Monseñor Quijote». c/ Concejo, 15. Tel. 923 217 294 και 923 217 868.
Restaurante El Mesón, una institución gastronómica. También taurino hasta la médula. En su interior de las paredes salpicadas por fotos dedicadas de los mejores diestros se lidia con las mejores carnes bravas. c/ Poeta Iglesias 10. Tel. 923 217 222.
El parador de Salamanca, en busca de viejas recetas. Ya que hablamos de instituciones, no puede pasarse por alto la cocina del parador de Salamanca. El ibérico, las migas, las habitas, las chichas, el asado y el bacalao, bien bejerano, bien con salsa de mariscos y atomatado, forman parte de su menú-degustación. c/ Teso de la Feria, 2. Tel. 923 192 082.
Casa Paca, nuevos en la tradición. Que la tradición culinaria en Salamanca es algo vivo y contemporáneo lo prueban los nuevos restaurantes que llegan a ella con voluntad de estilo. Tal es el caso de Casa Paca, que lleva cuatro años abierto atendiendo a un perfil de cliente maduro. Plaza del Peso 10 y San Pablo 1. Tel. 923 270 177.
Nueva cocina salmantina
Restaurante Momo, cocina minimalista. Prescinde de salsas, a la hora de servir sus viandas a la plancha. Bajo nombre inspirado en la literatura de Michael Ende, el Momo recuerda club industrial a la berlinesa. c/ San Pablo, 13-15. Tel. 923 28 07 98.
Restaurante La Hoja. El vanguardismo y el buen gusto se dan cita aquí desde hace 12 años. Pasaje Coliseum, 19. Tel. 923 26 40 28.
Restaurante del hotel AC Palacio de San Esteban, cocina creativa. Es opinión extendida entre muchos comensales, que la cocina creativa propone bonitas lozas en la mesa y miniaturas al paladar, que inevitablemente te dejan con hambre. Así que, para combatir malentendidos como ése, se puso en funcionamiento el restaurante del hotel AC. c/ Arroyo de Sto. Domingo, 3. Tel. 902 292 293.
Chez Víctor, cocina de autor con galones. Allí puedes ir con los ojos tapados y elegir cualquier cosa, que siempre estará bueno. c/ Espoz y Mina, 26. Tel. 923 21 31 23.
Bar-café:
El Corrillo. En una histórica y bonita plazuela. Desde octubre hasta junio, cada jueves y viernes, conciertos de jazz.. c/Menéndez, 18.
El Ave. El local que frecuentan estudiantes y profesores, ya que está situado al lado de la universidad. c/Libreros, 24.
Café Novelty. Punto de encuentro de gente culta desde siempre y hasta hoy, donde se organizan tertulias de poesía, literatura, política, etc. Indispensable probar su famoso helado. Plaza Mayor, 2.
La llamada “Atenas española”, capital de la luz y la cultura de España hace ya 8 siglos, es probablemente más conocida que nada, por haber tenido la más antigua Universidad de España y una de las más antiguas de Europa. Y es esta tradición estudiantil la que aún le da un aire tan especial, con cientos de jóvenes que se aglomeran en sus antiguas calles y disfrutan como nadie, en sus numerosos y preciosos locales, hasta muy entrada la mañana. Quizás uno podría preguntarse cuándo es que tienen tiempo para estudiar, yo tampoco lo sé, pero lo hacen..... y es que no hay nada como ser estudiante en Salamanca.
Una ciudad emblemática en conjugar historia antigua, vida universitaria y hermosura. Pues, no te sorprende que haya sido declarada por la UNESCO Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Con un centro histórico donde se ha conservado intacta su pureza arquitectónica, sientes que respiras cultura. Tanta y tan densa monumentalidad en combinación con el reflejo dorado de su piedra, que lo cubre prácticamente todo (incluso los edificios que se han construido recientemente), producen una sensación única de encanto añejo.
En su centro se encuentra la monumental Plaza Mayor, diseñada por los grandes arquitectos Churriguera en estilo barroco. Alrededor de esta maravillosa plaza que es conocida como el living room de los salmantinos, gira, zumba y canta la vida. Y, van a seguir disfrutando aquí, junto con los fantasmas sagrados de los estudiantes ilustres (como Antonio de Nebrija y Juan del Encina, padres de la gramática y el teatro español respectivamente), célebres y anónimos, porque la plaza, que parece cuadrada aunque no lo es, desde el 1755 que han rematado sus 88 arcos, es refugio, amparo y escenario de esta ciudad.
Saliendo de la plaza, de la salida que conduce a la calle Rúa, te encuentras con la pequeña y bellísima plazuela del Corrillo. Pues, si no paras en alguno de los ajetreados locales de esta plazuela y sigues caminando por los callejones, te ves detenido en cada paso. Una reja forjada de hierro, un ramo de claveles esculpido en una puerta, un medallón adosado a una pared. Miles de detalles encantadores requieren tu atención, obras maestras de este minucioso y complejo arte que se llama plateresco.
El estilo plateresco no nació en Salamanca, pero sí es aquí en donde se consolida. ¿Y qué es el plateresco? Bueno, es un estilo renacentista muy particular de origen español que se radica absolutamente en España, y es influenciado por distintos elementos italianos y de otros países. Sus orígenes se encuentran en este sobrecargado y mestizo gótico que se desarrolló intensamente durante la época de los Reyes Católicos y que iba a impregnar los cánones del Renacimiento con formas medievales.
La característica que destaca más de este estilo es la exasperada y complicada decoración de las fachadas de los edificios que se conciben como escultura, cubiertas de motivos intensamente elaborados, en donde los artesanos daban rienda suelta a su imaginación. Aparece a finales del siglo XV y se consolida en la primera mitad del XVI. ¿En dónde se puede ver arte plateresco en Salamanca? En todo el casco antiguo, en innumerables fachadas de palacios de nobles, en los detalles ornamentales de algunas iglesias, pero los edificios más destacados son los siguientes:
La Casa de las Conchas, es el edificio que encarna mejor la fusión entre arte gótico y renacentista. Aquí se mezclan influencias góticoflamencas, moriscas, mudéjares e italianas.
La Universidad, en sus diferentes edificios puedes seguir la ruta y la evolución del mejor plateresco de Castilla y León. En las Escuelas Menores, es majestuosa la abundante decoración de la escalera y el patio interior con sus arcos multilineales. Además, es en la fachada legendaria de la universidad en donde tienes que esforzarte en hallar la rana. Según la leyenda el estudiante que no lograba hallarla no aprobaba el curso. Aunque, se dice también, que en sus orígenes simbolizaba la lujuria (en verdad no se trata de una rana sino de un sapo, símbolo del sexo femenino) que conduce a la muerte (la calavera encima de la cual se encuentra el batracio) y servía de aviso a los estudiantes (en esa época varones en su totalidad) que debían centrar sus esfuerzos en el estudio y no entregarse a la lujuria. Hoy en día, simboliza la suerte.
El convento de San Esteban. En el margen de una estructura puramente gótica, aparece esta fachada espectacular, y en alguno de sus lados alguien no debe perder un pórtico de puro estilo renacentista italiano.
La catedral nueva. Aquí se mezclan muchos estilos, es cierto que no falta la contribución del plateresco en la fachada. Te sorprendes descubriendo, entre los miles de sus diseños, un astronauta. Resultado de la renovación de la catedral por arquitectos contemporáneos.
El convento de las Dueñas. Con el magnífico patio interior, del cual te impresionan los capiteles con la rica ornamentación.
El palacio de Monterrey. Destaca la complicada decoración de su torre, que sirvió como modelo a muchos palacios de nobles en América Latina.
El Colegio Fonseca. Aquí se concentran los nombres más ilustres del plateresco que dejan su impronta en distintas partes del edificio.
Otro ingrediente, típico de esta ciudad, su tradición taurina. Salamanca no sería lo mismo sin los toros. En la Plaza Mayor, durante siglos se celebraban ceremonias de concesión de grados académicos a los universitarios o se conmemoraban las fiestas locales con festejos taurinos.
Además, Salamanca es la provincia española que más hectáreas dedica a la cría del toro de lidia. Entre las aguas mansas de Tormes con el puente romano, y las del Duero se encuentra la región más característica del campo salamantino, el campo charro. Una vasta extensión de prados con robles y encinas donde habita el toro bravo. Tal es así que un toro y una encina, sobre un puente, forman el símbolo heráldico de la ciudad castellana.
No cabe ninguna duda, que describir alguien los encantos de Salamanca resulta un poco difícil, ya que de su belleza y arte se han escrito muchos y grandes libros. Desde hace más de quinientos años la tierra salamantina da frutos literarios, ya sea de personajes ficticios que la recorren, ya sea de los creadores de las palabras que venían para estudiar. Primero, Salamanca se enorgullece de poseer, como jardín público, el huerto de Melibea, esa dama cuyo cortejo desencadenó la tragicomedia que Fernando de Rojas titulaba, en 1499, «La Celestina». Una pieza dialogada, precursora del realismo español. Liquidados ya los valores feudales, la moraleja de «La Celestina» apuntaba a la mezquindad del dinero, como árbitro de las nuevas relaciones humanas.
Y, al poco, en 1554, «Lázaro de Tormes» iniciaba la tradición picaresca. Lázaro era destinado a buscarse la vida golpe tras golpe, así que Salamanca aún conserva el berraco de piedra, donde el ciego al que comenzó sirviendo le golpeó la cabeza, cuando, a sugerencia suya, Lázaro se acercó a la escultura para escuchar no se sabe qué gran ruido. De este modo, su amo que le urgía espabilarle pronto le enseñó a no fiarse ni de su padre.
El panorama literario siguió floreciendo con la «Obra Poética de Fray Luis» de Fray Luis de León, las «Novelas ejemplares» de Miguel de Cervantes, el «El estudiante de Salamanca» de José de Espronceda. Otros autores del Siglo de Oro, como Mateo Alemán, Vicente Espinel, Góngora, Ruíz de Alarcón y el propio Calderón de la Barca pasarían también por las aulas de la universidad charra y los dramaturgos Tirso de Molina y Lope ambientarían algunas de sus obras por estas tierras. No obstante, hay que saber, que paralelamente con España, el Siglo de Oro es la gran época del esplendor de Salamanca.
Hablando de arte, una de las sorpresas bonitas, de la nueva esta vez Salamanca es el descubrimiento del mejor museo Art Nouveau y Art Decο de España. Está situado en la Casa Lis, un palacete modernista desde los principios del siglo XX. Probablemente el mejor ejemplo de Art Nouveau en la ciudad, con su excelente portón de hierro y sus maravillosas modernas vidrieras que dan al río y al cielo.
Un museo también muy interesante de la otra orilla de Tormes, para los aficionados de coches y no sólo, es el Museo de la Historia de la Automoción. Es un molino harinero renovado, parte del proyecto del desarrollo de este lado de la ciudad. Sus colecciones constan de más de cien coches desde el primer automóvil de vapor, una treintena de motocicletas y diversos objetos relacionados con la automoción desde sus orígenes hasta la actualidad. Y, otro molino abandonado de esta orilla, que ha vuelto a ponerse en marcha es ahora un flamante casino.
Ahora bien, Tormes, es otra parte primordial de la escena hechicera charra, aunque está prohibido bañarse en él sus orillas se han transformado en un agradable parque fluvial. Además, en el barco “Ciudad de Salamanca”, puedes comer pero también tomarte la última copa al amanecer durante los fines de semana, al haberse transformado en un popular «after hour».
Por lo demás, para cumplir con todo antes de irte, la relativa cercanía con las fronteras portuguesas y la belleza de los pueblos que están en camino de ésas, te inducen a tomar el volante y recorrer las carreteras del oeste de la provincia. La mezcla de culturas que vas encontrando es uno de los múltiples alicientes.
Al fin, la sensación que te deja esta pequeña ciudad museo es la de querer volver de nuevo. Te ha seducido, te has enamorado de ella y, ni siquiera, te has dado cuenta.
Dónde dormir:
Torre del clavero, desde 70 € + 7% IVA, en el casco antiguo, mantiene el tono acogedor que le da la piedra de Villamayor, con la madera y la funcionalidad de un espacio moderno y agradable. c/Consuelo, 21. Tel: 923 280 410, www.hoteltorredelclavero.com .
Microtel Placentinos, desde 53 € + 7% IVA, en el centro histórico, un concepto nuevo de hotel para gente muy especial. Con sólo 9 habitaciones, dedicado a la comodidad y el descanso del cuerpo. Todas las habitaciones están equipadas con la última tecnología, jacuzzi, ducha sauna-masaje, bañeras con hidromasaje, etc. c/Placentinos 9. Tel. 923 281 531, www.microtelplacentinos.com .
Hotel Palacio de Castellanos, desde 99 € + 7%, IVA en el corazón del centro, con todas las facilidades para que el visitante se sienta cómodo en un palacio del siglo XV. c/San Pablo, 58-64. Tel. 923 261 818, nhpalaciodecastellanos@nh-hotels.com .
Ηotel Puerta de la Catedral, desde 99 € + 7% IVA, un hotel moderno, ultra lujo privilegiadamente colocado al lado de las catedrales, en el corazón del centro monumental. Plaza de Juan XXIII, 5. Tel. 923 280 829, nhpuertadelacatedral@nh-hotels.com
Vida nocturna:
Barcelona cool, Sevilla neoflamenca, Bilbao radical, Valencia techno-pop, Ibiza con sus puntos chill out, Madrid etno-cruce de caminos... Pero es que, el bacalao de la marcha nocturna en la Península ya no se reparte sólo entre esas ciudades. Salamanca anda reivindicándose como el nuevo caldo de cultivo noctámbulo, hecho de chupiterías, clubs, y, sobre todo, disco-bares de diseño. Ahora más que nunca, famosos diseñadores españoles han irrumpido en su escena para ambientarla con gusto y personalidad. Y, para eso, tanto valieron las manos creativas, como la del barman anónimo que desempolvaba el desván de la abuela en su local. La voluntad de estilo se ha ido imponiendo aquí. Una voluntad ecléctica, acorde con los manuales último grito del diseño y a la vez capaz de mezclar y progresar. Además, aquí no hay bandas rivales, hablamos de una noche pacífica y una city proclive a mezcolanzas y amables convivencias.
Cum Laude, trata de acoger a la gente guapa de la ciudad, entre los pórticos de antiguo comercio, robustecidos con piedra de Villamayor. Recuerda a clásicos de la movida madrileña, con sus rincones VIP y su pista de baile central para los fines de semana. C/ Prior, 5-7.
Gran Café Moderno, con sus farolas y fachadas de comercio castizo, sus interiores reproducen el gusto de viejas calles modernistas. Una de las cátedras de diseño interior. Gran Vía, 65-67.
Camelot, situado en una antigua capilla conventual, desde hace 15 años, su explotación como bar de copas y música comercial aún levanta polémicas. Fue local pionero en su distrito, inspirado en las leyendas artúricas. Sigue allí clavada la Espada de Excalibur, entre otros pendones…Bordadores, 3.
Capitán Haddok , lo regenta Fabri, un ex tuno, hoy dedicado al acordeón en las jam session de su tranquila cava de piedra natural, antigua churrería. Suyas son las viejas cajas de galletas y Cola Cao que decoran los techos del local. Y, por supuesto, tampoco faltan en sus dominios recreaciones del personaje de Tintín que le da nombre. Concejo, 13-15.
El Puerto de Chus, aparte de los grupos programados en concierto por este club, posee su propio DJ residente, Francis, para más señas, amigo del hip hop y el techno. En cuanto a su decoración, hablamos de una espléndida labor de reciclaje, que da carácter al club más antiguo y renovado de Salamanca. Plaza de San Julián, 4.
Dónde comer:
Para todo gourmet que aprecie, comer en Salamanca supone un placer de obligado cumplimiento. Se puede decir, incluso, que es un pecado no hacerlo alguna vez en la vida. Salamanca es la meca de todo quisque con buen saque y paladar.
Restaurante Valencia, de familia y taurinos. No ha cambiado gran cosa el añejo aspecto del restaurante Valencia, desde que servía platos a Graham Greene, que lo acabó citando en la novela «Monseñor Quijote». c/ Concejo, 15. Tel. 923 217 294 και 923 217 868.
Restaurante El Mesón, una institución gastronómica. También taurino hasta la médula. En su interior de las paredes salpicadas por fotos dedicadas de los mejores diestros se lidia con las mejores carnes bravas. c/ Poeta Iglesias 10. Tel. 923 217 222.
El parador de Salamanca, en busca de viejas recetas. Ya que hablamos de instituciones, no puede pasarse por alto la cocina del parador de Salamanca. El ibérico, las migas, las habitas, las chichas, el asado y el bacalao, bien bejerano, bien con salsa de mariscos y atomatado, forman parte de su menú-degustación. c/ Teso de la Feria, 2. Tel. 923 192 082.
Casa Paca, nuevos en la tradición. Que la tradición culinaria en Salamanca es algo vivo y contemporáneo lo prueban los nuevos restaurantes que llegan a ella con voluntad de estilo. Tal es el caso de Casa Paca, que lleva cuatro años abierto atendiendo a un perfil de cliente maduro. Plaza del Peso 10 y San Pablo 1. Tel. 923 270 177.
Nueva cocina salmantina
Restaurante Momo, cocina minimalista. Prescinde de salsas, a la hora de servir sus viandas a la plancha. Bajo nombre inspirado en la literatura de Michael Ende, el Momo recuerda club industrial a la berlinesa. c/ San Pablo, 13-15. Tel. 923 28 07 98.
Restaurante La Hoja. El vanguardismo y el buen gusto se dan cita aquí desde hace 12 años. Pasaje Coliseum, 19. Tel. 923 26 40 28.
Restaurante del hotel AC Palacio de San Esteban, cocina creativa. Es opinión extendida entre muchos comensales, que la cocina creativa propone bonitas lozas en la mesa y miniaturas al paladar, que inevitablemente te dejan con hambre. Así que, para combatir malentendidos como ése, se puso en funcionamiento el restaurante del hotel AC. c/ Arroyo de Sto. Domingo, 3. Tel. 902 292 293.
Chez Víctor, cocina de autor con galones. Allí puedes ir con los ojos tapados y elegir cualquier cosa, que siempre estará bueno. c/ Espoz y Mina, 26. Tel. 923 21 31 23.
Bar-café:
El Corrillo. En una histórica y bonita plazuela. Desde octubre hasta junio, cada jueves y viernes, conciertos de jazz.. c/Menéndez, 18.
El Ave. El local que frecuentan estudiantes y profesores, ya que está situado al lado de la universidad. c/Libreros, 24.
Café Novelty. Punto de encuentro de gente culta desde siempre y hasta hoy, donde se organizan tertulias de poesía, literatura, política, etc. Indispensable probar su famoso helado. Plaza Mayor, 2.
Shopping:
La artesanía en Salamanca cuenta con un gran abanico de materiales como la plata, son típicos los anillos, pendientes y portallaves con su emblema el botón charro, el cuero, famosas las botas de montar españolas, la madera y la cerámica. Para más información se puede visitar el Gremio de Artesanía en la Plaza de Sexmeros o el Centro de Cultura Tradicional en la Plaza de Colón.
Artesanía Julio García. Zapatos, botas camperas y de montar, hechos a mano y a medida. c/ San Pablo, 5-11, tel. 923 212 409.
La Jamonería de Carmen. De aquí se puede tomar jamón, chorizo, variedades de queso y otros embutidos ibéricos para la casa. c/ Cuesta del Carmen 24, tel. 923 600 897
Artesanía Duende. Creaciones de madera, miniaturas, souvenires, cajas de música y otros pequeños objetos de arte. c/ San Pablo 29-31, tel 923 213 622.
Conventο de las Dueñas. En el convento de Santa María de las monjas dueñas, puede alguien encontrar los mejores ejemplos de pastelería local, donde moros y judíos han dejado su impronta, como los amarguillos y los mazapanes. c/ Juan de la Fuente.
Renia Mitatou
posted by Alejandro CANELLA at 3:59 p. m.
2 comments
